El apéndice... ese maldito trozo de carne

miércoles, 28 de abril de 2010


El equivalente del apéndice se denomina ‘ciego’ en la mayoría de los animales y está situado en la unión del intestino grueso y delgado. En muchos mamíferos herbívoros, la función del apéndice – en forma de gran bolsa - es fermentar los alimentos. Contiene microorganismos que descomponen la celulosa de las paredes celulares de las plantas.

Además, aunque se solía creer que el apéndice en los humanos no tenía ninguna función y era una reliquia evolutiva, ya se considera que no es así. Su principal importancia reside en la función inmunológica que desempeña en el desarrollo del embrión, pero también sigue actuando en el adulto, aunque ya no sea tan importante y podamos vivir sin él.

Parece que su función consiste en identificar los antígenos de las bacterias y demás organismos que viven en nuestro intestino. Eso ayuda al sistema inmune a distinguir al amigo del enemigo y a impedir que se destruyan bacterias que viven en paz y armonía con nuestro cuerpo y a luchar contra las nocivas.

Cuando se llega a la edad adulta el sistema inmune ya ha aprendido cuáles son las sustancias peligrosas en el tracto gastrointestinal y el apéndice pierde importancia. Por ese motivo, si se produce una inflamación del apéndice (apendicitis) el cirujano nos lo extirpará sin problemas y podremos vivir sin él.

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