En época de exámenes suele pasar que apetece hacer de todo menos estudiar...y las horas se hacen largas y a las 6 de la tarde te das cuenta de que ya te has leído la actualidad nacional e internacional un par de veces, además de todas las columnas de opinión y también has cotilleado todas las actualizaciones de Twitter y Facebook, así que no te queda otra que ponerte de una vez a estudiar.
Sin embargo, en esta tarde aciaga para mis estudios, he tenido una ocurrencia de lo más inusual (y supongo que finalmente fallida) Se trata de hacer una historia a modo de improvisación escrita. Empezaré hoy con un pequeño fragmento e iré desarrollándolo según venga la inspiración o las circunstancias lo permitan. También sería genial que hubiera participación, es decir, que alguien sugiriera el título de la historia, el nombre de la protagonista, dónde vive, etc. De momento no me hago muchas ilusiones en este punto, pero creo que podría resultar muy interesante.
Así pues, doy por iniciada mi andadura como novelista y espero vuestra participación. Allá vamos.
(SIN TÍTULO)
Estaba atrapada en un coche sin volante ni pedales. El vehículo empezaba a deslizarse y ella no sabía cómo detenerlo; comenzó a gritar pero de su garganta no salía ningún sonido...
Se incorporó empapada en sudor y con respiración entrecortada; volvía a tener pesadillas como cuando era niña. Miró el reloj de su teléfono móvil. "¡Mierda! Debería haberlo puesto a cargar anoche..." Sólo le quedaba un tercio de batería y le esperaba un intenso día por delante. En este pensamiento se diluyó su originario interés por saber la hora. Tuvo que volver a mirar la pantalla para retener el dato. "¿Las ocho y media?¡Llego tardísimo!"
Se levantó de un salto y en cinco minutos ya estaba vestida y desayunando. A veces resulta increíble lo rápido que podemos hacer las cosas cuando tenemos prisa.
Ese martes 13 de abril fue el día en que decidió cambiar el rumbo de su existencia. No lo eligió para conjurar su mala suerte, sino por puro azar o, más bien, porque el día anterior había decidido que ya no podía más.
5 comentarios:
'Me gusta' tu propuesta!
Clases anodinas, compañeros de piso vacíos, y un futuro que ya no le atraía fueron las chispas que le hicieron dar el salto al vacío. Ahora solo quedaba coger la maleta y un taxi hacia el aeropuerto. Con un lápiz como tocado y el jersey de la suerte, comenzó a cambiar su futuro. Ahora sí, ahora su sonrisa era de verdad y no pensaba volver a ponerse la careta que tanto le había costado llevar durante 23 años.
Se llamaba Amanda
El impulso la llevó lejos, a otro mundo, a otra gente. Tenía la manía de escribirlo todo en su cuaderno rojo; y eso es lo que me permitió llegar hasta ella.
A mí me llaman Adán. Nombre poco común, pensaréis. No me lo planteo ya. Lo eligió mi prima. Cuando nací, ella estaba estudiando la Biblia con ahínco y aquel nombre le entusiasmó. Decidió que, en vez de a su muñeco, el nombre me vendría bien a mí, personilla de carne y hueso recién venida a este mundo. Mis padres no se opusieron pues, se dijeron, me daría una personalidad distinta.
jaja
me encanta! creo que voy a preparar la segunda entrega de la historia wiki incorporando vuestras aportaciones...gracias!!
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